sábado, 30 de junio de 2012

grapes of wrath







He conocido a una persona brillante, deslumbrante y fascinante. Se ha creado un personaje que ha devorado hasta la médula. Su máxima aspiración es crear de su propia vida una obra de arte. Tiene ya ese aura del que habla Benjamin.
Es arrollador, como un demonio de tasmania. Es un bufo tóxico y alucinógeno. Es devastador y árido, como el Sahara. También tiene oasis con dátiles en las palmeras. Así saben sus besos. Y he visto espejismos que ni en sueños.


Me propuso protagonizar un videoarte. Aún sigo esperando.
Siempre se juega al push it to the limit  a su lado.
Siempre creí en la dinamita, hasta que me estalló en las manos. 


He ido probando varias uvas del racimo que componen su ser. Unas son deliciosamente dulces. Otras saben de una forma que te vuelan la cabeza del viaje. Otras te enseñan a apreciar varias texturas, aromas, sabores. Y hay otras que son veneno agridulce. Otras que son veneno puro, que saben a ira.

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