miércoles, 21 de octubre de 2009

protect me from what I want

Quiero ser puta para estar siempre ahí para ti. Para que puedas recurrir a mí, porque sabrás dónde encontrarme, siempre estaré en el mismo sitio, siempre disponible.

Quiero ser puta para que me pidas compañía. Para darte proximidad, conversación, ternura, calidez. Que vengas a mí y te sientas cómodo, como arropado.

Quiero ser puta para escuchar tus preocupaciones, tus inquietudes, tus lamentos tal vez. Para que me pidas sosiego y yo te lo dé sin exigirte compromisos. Para darte consuelo sin pedirte a cambio afecto.

Quiero ser puta para darte placer con mi coño grande y húmedo. Cuándo tú quieras, cuándo decidas venir. Sin pedirte que al día siguiente nos despertemos juntos. Sin pedirte besos.

Quiero ser puta para que me puedas ver yacer desnuda, acariciar las tetas y seguir la silueta de mi cadera con los dedos sin que me tengas que invitar antes a un café o unas copas.

Quiero ser puta para que no me veas como a las demás mujeres. Siempre estaré ahí, sin necesidad de seducciones, de flirteos, de artimañas. Todo será tan fácil, tan accesible, que no seré objeto de conquista para ti.

Quiero ser puta para ser tu cómplice, tu confidente. Porque me contarás tus andanzas, y yo no te juzgaré, simplemente te escucharé, quizás sonreiré.

Quiero ser puta para saber que estoy en tu vida y que no me dolerá cada vez que te vayas, porque sabré que volverás.

Quiero ser puta para que no me recrimines nada, porque ya de antemano sabrás lo que hay.

Quiero ser puta para que me hables de amores imposibles, cuándo el más evidentemente imposible sea el nuestro, porque yo sólo seré una puta para ti. ¿Y quién piensa en que se puede enamorar de una puta?

Quiero ser puta para ser una extraña a tus ojos. Una preciosa extraña que con pocas palabras te haga sentir como alguien a quien contarle algo, una persona suficientemente extraña y cercana a la par.

Quiero ser puta para darte exclusividad durante el curso de unas horas (las que tú pagues). Para darte la impresión de que sólo estamos tú y yo y que el resto del mundo se ha hundido a nuestros pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario