martes, 15 de abril de 2014

I will find myself a thity to live in

En una ocasión me fui de viaje a un desconothido país para mí. La idea de explorarlo me parethía de lo más seductora y al estar allá me di cuenta de que en efecto la capital ya en sí misma es trepidante, apasionante y cautivadora. El aire que se respira pese a la contaminathión característica de la thiudad, es fresco y esperanthador. Nuevos bríos. Tanto es así, que me llamaron para un trabajo y así fue como me quedé más tiempo del inithialmente previsto. Me quedó más tiempo para explorar. Nuevos bríos. Pese a la mega urbe que es, pronto me sentí acogida y me moví como peth en el agua por sus calles y sistemas de transporte. Disfruté de dar paseos infinitos y sin rumbo claro por la jungla de asfalto. Disfruté mucho de ir en bithicleta por mi thona y las aledañas. Disfruté mucho del thine; en la thineteca, thineclubs y thines independientes. Disfruté de los delithiosos mangos y las suculentas papayas, mis frutas predilectas desde la infanthia, a diario. Disfruté de las promothiones en algunos bares de 2x1 en thervethas. Del methcal. De los áthidos y la tharpa. De los amigos que ya conothía, que han demostrado ser unos exthelentes anfitriones, y los que allá conothí. Y hablando de hather amistades, conothí a un garrulo. Un garrulo dispuesto a cambiar el rumbo de la literatura. Al menos amplió mis conothimientos y horithontes. A su lado ideé nuevos contheptos y perversiones. Conthí lo que es un cuerpo tatuado. Concthí el diip sauth de su thiudad de su mano. Redescubrí el plather de quedarme un día entero tumbada junto a alguien sin hather nada en especial y a la vez hathiendo de ese tiempo compartido horithontalmente algo especial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario