Mi vida está llena de coincidencias, vivía en la calle
Berlín esquina con Bruselas en Madrid. Ahora vivo en Berlín en la calle
Bruselas. A Bruselas no me quiero ir a vivir, desde luego, pero sí a Buenos
Aires, que también empieza por be. Y empezando por la be, tengo un amante en
Barcelona que vive en la calle París, a dos cuadras de la calle Buenos Aires.
En París tengo otro amante, que sí vive en la calle Buenos Aires y también
quiere irse a vivir allá. Bueno, el de Barcelona también. Lo cierto es que en Buenos
Aires me espera otro. Éste a su vez se llama igual que el de Barcelona y vive a dos cuadras de la calle México.
Su nombre empieza por eme como la ciudad de la que él es,
México DF. Así que siendo de Madrid tampoco veo tan descabellada la idea de
cruzar el charco para vivir en México. Con suerte viviría en la calle Madrid o Malta. Siempre soñé con estudiar allí un año.
Dicho esto, parece que se perfilan dos posibles trayectorias: o bien seguir
la línea de las bes o bien la de las emes.